Categoría: actualidad

  • El Movimiento Cooperativo en el mundo: Una breve historia gracias a la Inteligencia Artificial

    El movimiento cooperativo es una de las experiencias sociales y económicas más significativas de los últimos dos siglos. Surgió en un contexto de profunda desigualdad y transformación social durante la Revolución Industrial, cuando millones de personas vivían en condiciones precarias de trabajo, vivienda y alimentación. En medio de esta crisis, un grupo de 28 trabajadores textiles de la ciudad de Rochdale, en Inglaterra, fundó en 1844 la primera cooperativa moderna: la Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochdale.

    Este colectivo no solo buscaba abaratar el costo de productos básicos para sus miembros; también sentó las bases de un nuevo modelo empresarial basado en la propiedad colectiva, la gestión democrática y el compromiso social. A través de lo que hoy conocemos como los Principios de Rochdale, establecieron pilares éticos que siguen guiando al movimiento cooperativo en la actualidad: adhesión voluntaria, control democrático, participación económica, autonomía, educación, cooperación entre cooperativas e interés por la comunidad.

    A lo largo del siglo XIX y el XX, la idea cooperativa se extendió rápidamente por Europa, América Latina, África y Asia, encontrando distintas expresiones en sectores como la agricultura, el consumo, el crédito, la vivienda, el trabajo y la salud. Cada región adaptó el modelo a sus propias realidades, pero siempre conservando el espíritu de solidaridad, equidad y autogestión.

    Un momento clave en la consolidación del movimiento fue la fundación en 1895 de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en Londres. Esta organización, que aún hoy representa a las cooperativas a nivel global, nació con el objetivo de unir a las cooperativas de distintos países, defender sus intereses y promover su desarrollo. En 1946, la ACI obtuvo estatus consultivo ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo que marcó un reconocimiento institucional de la importancia del cooperativismo para el desarrollo social.

    Durante el siglo XX, el cooperativismo se fortaleció como alternativa al capitalismo competitivo y al estatismo centralizado, especialmente en comunidades rurales y sectores marginados. En muchos países del Sur Global, las cooperativas jugaron un rol fundamental en la organización campesina, el acceso al crédito, la alfabetización y el empoderamiento económico de las mujeres.

    A pesar de los desafíos enfrentados durante las décadas neoliberales de los años 80 y 90 —cuando muchas cooperativas perdieron apoyo estatal o enfrentaron competencia desleal—, el movimiento mostró una notable resiliencia. Su fuerte base comunitaria, su capacidad de adaptación y su enfoque centrado en las personas le permitieron sobrevivir e incluso fortalecerse.

    La entrada al siglo XXI trajo consigo un renovado interés por el modelo cooperativo, especialmente frente a las crisis financieras, el desempleo estructural, el cambio climático y la desigualdad creciente. En 2012, la ONU declaró el Año Internacional de las Cooperativas, reconociendo su contribución a la inclusión social y al desarrollo sostenible. Desde entonces, el cooperativismo ha sido cada vez más valorado como un modelo económico viable, sostenible y justo.

    En la actualidad, existen más de 3 millones de cooperativas en todo el mundo, que agrupan a más de 1.000 millones de personas y generan más de 280 millones de empleos. Estas cifras reflejan no solo su impacto económico, sino también su capacidad de transformar comunidades desde una lógica participativa y solidaria.

    El cooperativismo no es solo una forma de organización económica; es también una propuesta ética y política que pone en el centro a las personas, la comunidad y el planeta. Y aunque enfrenta desafíos complejos, sigue siendo una alternativa viva, dinámica y profundamente necesaria en el mundo actual.

  • ¿Cómo formar una cooperativa en Chile?

    Formar una cooperativa en Chile es un proceso que permite a un grupo de personas unirse con un propósito común, ya sea productivo, de consumo, de trabajo, agrícola, entre otros. Las cooperativas se rigen por principios democráticos, donde cada persona asociada tiene voz y voto, y buscan el bienestar colectivo por sobre el lucro individual.

    A continuación, se detallan los principales pasos para constituir una cooperativa en Chile:

    1. Reunir al grupo interesado

    Lo primero es conformar un grupo de personas (naturales o jurídicas) que compartan un objetivo común. La ley chilena exige un mínimo de 5 personas para formar una cooperativa de trabajo, y al menos 10 personas para otras formas de cooperativas (como de servicios, de vivienda, de consumo, etc.).

    1. Definir el tipo de cooperativa

    Es importante definir qué tipo de cooperativa se quiere formar según el objetivo común del grupo. En Chile, existen distintos tipos, entre ellos:

    Cooperativas de trabajo asociado

    Cooperativas de consumo

    Cooperativas agrícolas o campesinas

    Cooperativas de vivienda

    Cooperativas de servicios

    1. Redactar los estatutos

    Los estatutos son el documento base de la cooperativa. Establecen su nombre, objeto social, domicilio, requisitos para ingresar o retirarse, derechos y deberes de las y los socios, estructura organizativa (asamblea, consejo de administración, junta de vigilancia), y el sistema de distribución de excedentes. Este documento debe ajustarse a lo establecido en la Ley General de Cooperativas (Ley N° 19.832) y sus reglamentos.

    1. Realizar la asamblea constitutiva

    El grupo fundador debe reunirse en una asamblea constitutiva donde:

    Se aprueban los estatutos.

    Se designan los primeros órganos de administración y vigilancia.

    Se aprueba el capital inicial.

    Es importante levantar un acta de constitución con todos los acuerdos adoptados y las firmas de los socios fundadores.

    1. Protocolizar la documentación

    Tanto los estatutos como el acta de constitución deben ser protocolizados ante notario público. Esto da validez legal a los documentos.

    1. Inscribir la cooperativa en el Registro de Comercio

    Con la documentación notarial, se debe inscribir la cooperativa en el Registro de Comercio del Conservador de Bienes Raíces correspondiente al domicilio social.

    1. Publicar en el Diario Oficial

    Se debe publicar un extracto de la escritura de constitución en el Diario Oficial, dentro de los 60 días siguientes a la firma de la escritura.

    1. Obtener el RUT e iniciar actividades

    Una vez constituida legalmente, la cooperativa debe inscribirse en el Servicio de Impuestos Internos (SII) para obtener su RUT y declarar el inicio de actividades.

    1. Registrar la cooperativa en el Departamento de Cooperativas

    Finalmente, la cooperativa debe inscribirse en el Registro Nacional de Cooperativas, administrado por el Departamento de Cooperativas (DECOOP) del Ministerio de Economía. Este paso permite la fiscalización y supervisión adecuada del funcionamiento cooperativo.


    ¿Y después?

    Una vez constituida, la cooperativa debe operar de forma democrática, realizar reuniones periódicas, rendir cuentas a sus asociados y cumplir con sus obligaciones legales y tributarias. También es posible acceder a apoyo técnico o financiamiento a través de fondos públicos que promueven la economía social y cooperativa.

  • Comunicadores y asociatividad: ¿Conoces la Cooperativa Nuevos Medios e Industrias Creativas?

    Recientemente, la revista VC Magazine de Puerto Varas realizó una serie de entrevistas a personas que son parte del movimiento cooperativo en la región de Los Lagos.

    La Cooperativa Nuevos Medios e Industrias Creativas de Frutillar fue parte del grupo de cooperados que participó de la valiosa iniciativa.

    Guillermo Domich, gerente administrador de la empresa, y Dennys Salazar, coordinador comercial, entregaron su visión y proyección sobre la asociatividad, el pasar laboral de los comunicadores y las formas de poder superar complejidades de forma colectiva.

  • ¿Qué es una cooperativa?

    Una cooperativa es una empresa de propiedad conjunta, controlada y gestionada democrática por parte de sus integrantes, los que se han reunido voluntariamente para desarrollar un proyecto económico de forma colectiva con tal de satisfacer necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes. 

    Importante es comprender que las cooperativas son empresas, por lo que están afectas a la mayoría de las obligaciones legales y tributarias que deben cumplir otros tipos de organizaciones con fines de lucro. 

    Sí, una Cooperativa tiene fines de lucro. No se trata de una organización funcional. 

    La diferencia con otro tipo de organizaciones empresariales es el espíritu que mueve su conformación y sobre todo su control, gestión y administración. 

    La toma de decisiones se hace en asambleas por el acuerdo democrático entre sus socios, que son propietarios por partes iguales de la cooperativa. 

    La Alianza Cooperativa Internacional ha generalizado siete principios que definen la forma de trabajo de este tipo de organización empresarial solidaria y colectiva. 

    1. Adhesión voluntaria y abierta: Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva.

    2. Control democrático de los miembros: Las cooperativas son organizaciones controladas democráticamente por sus miembros, que participan activamente en la toma de decisiones.

    3. Participación económica de los miembros: Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática el capital de la cooperativa.

    4. Autonomía e independencia: Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda controladas por sus miembros. Si entran en acuerdos con otras organizaciones o movilizan recursos de terceros, lo hacen en términos que aseguren el control democrático de sus miembros.

    5. Educación, formación e información: Las cooperativas proporcionan educación y formación a sus miembros, representantes electos, gerentes y empleados para que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de sus cooperativas.

    6. Cooperación entre cooperativas: Las cooperativas sirven a sus miembros de manera más efectiva y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando juntas a través de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.

    7. Interés por la comunidad: Las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de sus comunidades a través de políticas aprobadas por sus miembros.